Perdóname, por todos mis errores, por mis mil contradicciones, por las puertas que crucé. Discúlpame, por quererte igual que antes, por no poder callarme ni siquiera hoy lo haré. Hay demasiados corazónes sin consuelo, es demasiado frío este momento cuando siento que te pierdo.
martes, 3 de marzo de 2009
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